Continuando
con el análisis de los negativos
fotográficos que aparecieron en la Maleta Mexicana, en este tercer artículo
dedicado a Gerda Taro llegaremos hasta Brunete y Villanueva de la Cañada y volvemos
a Quijorna, pasando por las mismas carreteras secundarias que, entonces como hoy, unen estos tres pueblos.
Brunete.
Existen tres fotos de Gerda que sin ninguna duda muestran el pueblo de Brunete.
La posición que ocupa la inconfundible torre de la iglesia primitiva entre el conjunto de casas nos permite situar en ese momento a la fotógrafa al N de Brunete y a la izquierda (O) de la carretera que se dirige a Villanueva de la Cañada, lo que significa que ella habría hecho estas tres fotos desde la zona intermedia entre el pueblo y el cementerio. En las dos primeras podríamos estar viendo en primer plano la actual calle Madrid, cerca de la plaza del Altozano.
¿Ted Allan? En la calle Madrid. |
Pieza republicana apuntando hacia Sevilla la Nueva. |
En la tercera foto, la del cañón, que parece de 75 mm, Gerda estaría algo más adelante por esa misma calle, quizás muy cerca del cementerio. En ese caso, la pieza estaría disparando hacia la zona de Sevilla la Nueva, donde entonces ya estaba fijado el frente. Si las dos primeras fotos muestran escenas que parecen perfectamente reales, la de esta tercera podría no serlo tanto. La impresión que causa esta foto no es la de una situación de combate, sino que el cañón podría estar siendo llevado a su posición de fuego y los artilleros, al ver acercarse a una mujer fotógrafa simplemente hicieron la coreografía correspondiente, ya fuera por simpatía o por necesidades de la propaganda. La pieza está demasiado expuesta y visible como para que ese parezca su asentamiento en batería.
Posibles puntos desde donde Gerda Taro hizo las fotos anteriores. |
Si damos por
buena la teoría de la simulación del fuego y observamos lo intactas que se
encuentran todavía las casas y la iglesia de Brunete, podemos concluir que
estas fotos fueron tomadas muy poco tiempo después de la brillante ocupación de
Brunete por las brigadas mixtas de Lister (1, 9 y 100, las tres encuadradas en
la 11 división). Esto encaja bien con el hecho de que la foto del cañón fue
publicada en el diario francés Ce Soir el día 16 de julio, lo que es coherente
con que pudiera haber sido tomada justo al iniciarse la ofensiva, quizás el
propio día 6. Entonces, los republicanos llevaban solo unas horas en el pueblo
recién ganado y disfrutaban de una apreciable tranquilidad en él gracias a la
ausencia en la zona de medios de combate y tropas enemigas en condiciones de
contraatacar. Estas tres fotos por tanto corresponderían al primer viaje de
Gerda Taro al campo de batalla. Sabemos que
el día 14 de julio ella estaba recién llegada en París, donde hacía una breve visita
en la que perfectamente pudo poner sus primeras fotos de la ofensiva en marcha a disposición
de la prensa.
Según el texto
que acompaña el catálogo de la Maleta Mexicana, el “soldado” que aparece
fumando en una de las fotos sería el periodista canadiense Ted Allan, el mismo
que acompañaba a Gerda el día 25 de julio, cuando esta sufrió el accidente que
acabaría con su vida.
Las carreteras.
Durante las al
menos dos visitas al campo de batalla de Brunete que protagonizó Gerda, las
carreteras que usaba y sus entornos fueron para ella lugares de constante
atención. Existen varias secuencias de fotos de este tipo, lo que nos ayuda
mucho a situarnos sobre el terreno y a descubrir sus itinerarios.
Julio de 1937 - Agosto de 2016 |
Estas fotos parecen
corresponder a una fase más avanzada de la batalla que las anteriores. Muestran
una actividad de la aviación y la artillera franquistas altas, y por otro lado,
ya permiten ver obras de fortificación republicanas de cierta complejidad, lo
que no solo requiere tiempo para ejecutarlas, sino también tener asumida por
parte del Mando una actitud defensiva, lo que ocurrió solo después del día 12
de julio, cuando se aceptó en el Ejército de Maniobra la evidencia de que tanto
el impulso ofensivo como las tropas ya estaban agotados tras seis días de lucha. Por estas razones las siguientes fotos encajan mejor con la segunda fase de visitas de Gerda Taro al campo de
batalla que con la primera, serían por tanto posteriores al día 15.
De estas cinco
fotos que acabamos de ver, dos nos muestran el cerro Cabeza Aguda siendo bombardeado (posiblemente
con bombas incendiarias) por alguna de las tres aviaciones franquistas:
alemana, italiana o española. Para tomar esas dos fotos del entorno del arroyo
San Juan, Gerda Taro tuvo que situarse junto a la carretera que va de Valdemorillo a Villanueva de la Cañada (la
que hoy llamamos antigua y solo admite tráfico en el sentido de subida).
El lugar desde el
que Gerda disparó su cámara parece ser el mismo que hoy ocupan las casas de la
urbanización “Isla Blanca”. Considerando el sentido de subida, ella debió
situarse a unos diez metros a la izquierda de la carretera. Si nos fijamos atentamente, veremos los postes bajos de su primitivo quitamiedos.
Punto donde Gerda Taro tomó la foto de Cabeza Aguda. |
Las últimas tres
fotos de la secuencia de cinco corresponderían a distintos puntos del entorno de Villanueva de la
Cañada, tanto al N como al S del pueblo, es decir, bajando desde Valdemorillo o a medio camino en dirección a Brunete. Precisamente la foto del puesto
fortificado podría corresponder a la zona de llegada a Brunete, donde tanto la
35 como la 11 división tenían sus correspondientes puestos de mando.
Quijorna.
Al volver a
fijarnos en Quijorna (ya lo hicimos en el primer artículo sobre Gerda), encontramos
fotos que corresponden a tres situaciones bien distintas: un posado de El
Campesino, comandante de la 46 división (brigadas mixtas 10 y 101), una posible
recreación de la captura de un grupo de prisioneros rifeños, y un auténtico
bombardeo de la artillería franquista sobre el pueblo, así como sus momentos
posteriores.
Aquí Valentín
González parece estar junto al periodista Claud Cockburn (sentado en el suelo, a su izquierda),
a quien también vimos en un artículo anterior como acompañante de Gerda Taro en el
río Guadarrama. El combatiente que se sienta en una silla a la derecha del Campesino probablemente era un
oficial de la 46 división.
Esta foto parece una recreación de la entonces reciente captura de prisioneros en Quijorna, por varios motivos:
- Gerda, como periodista, no
tenía permiso para pegarse a las tropas en combate. No existen además testimonios
que la sitúen en Quijorna cuando el 9 por la mañana se quebró la resistencia franquista y los batallones republicanos
entraron finalmente en el cementerio y en el pueblo, haciendo entonces
prisioneros a los defensores que aún conservaban la vida, ya fueran falangistas de
la 5ª bandera de Castilla, Tiradores de Ifni o miembros del 164 batallón de
Toledo.
- La secuencia de fotos de los prisioneros y sus guardianes no nos parece creíble. Prima la
estética sobre la lógica, ya que unos y otros están demasiado cerca y los
prisioneros supuestamente recién capturados no han sido puestos juntos o en
fila. Sorprendentemente ninguno está herido, y todos visten igual y
reglamentariamente, con ropas que además les permitirían esconder armas con las
que atacar a sus guardianes. Por último, después de tres días de combates
feroces defendiendo el cementerio bajo condiciones límite, los uniformes nunca
pueden estar así de nuevos.
- Ningún jefe de división se
acerca para hablar con los prisioneros recién capturados en momentos tan
decisivos y cambiantes, ya que, si fuera imprescindible interrogarlos sin
demora, de esta tarea se encargarían los oficiales de la Sección de Información
del Estado Mayor. Tampoco encaja que El Campesino hablara con sus prisioneros
a menos de un metro de distancia y con los guardianes tan relajados.
La conclusión que
parece más factible es que Gerda Taro llegó a Quijorna después del día 15 de julio y
tomó parte de un trabajo de propaganda enfocado a subir la moral del campo
republicano y a afectar a la del campo franquista. Pensamos que para este fin se
vistieron varios soldados republicanos con piezas de uniforme encontradas en
algún almacén recién capturado para recrear los hechos verídicos ocurridos solo unos días antes, lo que también parece que se hizo en la película “Quijorna”, del director Antonio Vistarini, que contando con tomas reales y
de recreación, seguramente estaba siendo rodada justo en esos mismos días y lugares.
Estas fotos sí parecen
reales, y seguramente corresponden a un momento en que un bombardeo enemigo
sorprende a Gerda Taro cerca del pueblo, al que luego entra. Se aprecia claramente
la torre de la iglesia de Quijorna, ya alcanzada de lleno por los impactos, y lo
que parece ser una casa recién destruida en el interior del pueblo.
¿Villanueva de la Cañada?
Estamos convencidos de que el pueblo que se ve en la siguiente foto es Villanueva de la Cañada, fotografiado por Gerda Taro desde algún punto del
O, es decir viniendo de Quijorna.
Villanueva de la Cañada |
El pequeño viaducto que vemos en la siguiente foto lo situamos en alguna de las curvas de la antigua carretera de Villanueva de la Cañada a Quijorna. El trazado de la misma se mantiene hoy en día sin cambios, pero sí ha sido ensanchada, razón por la que este puente o alcantarilla ya no existe más.
Villanueva de la Cañada 1929 (foto: CECAF) |
Estas podrían ser dos posibles ubicaciones del viaducto, vistas desde una toma aérea del año 1939.