Apoyamos al colectivo madrileño “SalvaPeironcely 10”, que está inmerso en una lucha desigual contra dos de los grandes problemas que tiene nuestra sociedad: la desmemoria histórica y una legislación sobre el derecho a la vivienda que es claramente mejorable. El fin concreto que persiguen es impedir que sea demolido el grupo de modestas viviendas de planta baja que se alza, desde por lo menos los años 30, en la esquina de las calles Peironcely y Miguel de la Roca, en Entrevías, distrito de Puente de Vallecas.
Peironcely 10: foto de "Robert Capa": Friedman o Taro? |
Peironcely 10, "... posiblemente la última casa reconocible que conserva huellas de los bombardeos." |
Fuente: AHEA |
Faltando en Madrid de manera tan clamorosa y deliberada
espacios de memoria que recuerden su larga etapa de resistencia antifascista,
no podemos permitirnos perder también Peironcely 10. Esta es posiblemente la
última casa reconocible que conserva huellas de los bombardeos y, por si fuera
poco, además fue fotografiada por el húngaro André Friedman, quien junto a su
compañera alemana Gerda Taro trabajaba entonces como fotoperiodista bajo la
identidad ficticia de “Robert Capa”. Por todas estas razones, esta irremplazable casa de vecinos tiene un gran
significado para quienes respetamos y no queremos que se olvide la resistencia que el pueblo madrileño y miles de refugiados
mantuvieron ante los bombardeos de la aviación franquista o la de sus aliados
alemanes e italianos.
Antes incluso de que empezara la batalla de Madrid (el 7 de noviembre de 1936) y hasta el final de la guerra civil, transcurrieron 30 meses de heroísmo, fuego y privaciones cuyos protagonistas fueron tanto la población que masivamente eligió quedarse, como los miles de combatientes del Ejército popular que sostuvieron un frente que primero se metió dentro de la ciudad y luego la apretó por los flacos, pero que nunca se quebró ante a los ataques exteriores.
fuente: CECAF |
fuente: CECAF |
Antes incluso de que empezara la batalla de Madrid (el 7 de noviembre de 1936) y hasta el final de la guerra civil, transcurrieron 30 meses de heroísmo, fuego y privaciones cuyos protagonistas fueron tanto la población que masivamente eligió quedarse, como los miles de combatientes del Ejército popular que sostuvieron un frente que primero se metió dentro de la ciudad y luego la apretó por los flacos, pero que nunca se quebró ante a los ataques exteriores.
Para que se conozca mejor la dureza y magnitud de la
resistencia madrileña, y para que entendamos el gran significado simbólico que
tiene la casa que quieren derribar, compartimos con vosotr@s estos documentos y
fotografías aéreas, obtenidos en el Archivo Histórico y del Centro Cartográfico y Fotográfico del
Ejército del Aire. De los documentos gráficos no conocemos la fecha exacta, pero
es muy probable que correspondan a los primeros días de noviembre de 1936,
cuando para Madrid se acercaba el momento más duro de su historia.
En los
esquemas que forman parte del plan de bombardeo hemos señalado con un punto
rojo la ubicación aproximada de la casa de Peironcely 10. Esta no se encontraba
demasiado lejos de unos importantes depósitos de gasolina y de una planta
eléctrica (objetivos A y E), pero esto no significa que los impactos de
metralla que todavía muestra su fachada fueran producto de una puntería poco
afinada al dejar caer las bombas o al hacer fuego artillero sobre la ciudad,
sino que por el contrario, existió en el mando sublevado una voluntad
inequívoca de castigar a la ciudad, y especialmente los barrios obreros. Esto
queda reflejado en los dos primeros párrafos de este plan de ataque aéreo, uno
de los muchos que soportó Madrid en esos años.
Queremos que Peironcely 10 permanezca en pie como prueba de
que hacemos respetar el derecho a una vivienda digna para todo@s y por su
significado para la memoria histórica y democrática. Ojalá un día cercano los
vecinos que la habitan si lo desean puedan mudarse a un lugar más cómodo y esta
casa pueda convertirse en un espacio permanente dedicado a la memoria de
batalla de Madrid y a la resistencia de sus habitantes frente a las columnas
franquistas y en defensa del gobierno republicano. 80 años después, ya toca
tener el primero dentro de la capital.
Ernesto Viñas & Sven Tuytens
Brunete en la Memoria
octubre 2017