domingo, 18 de junio de 2017
martes, 13 de junio de 2017
A Villanueva de la Cañada le cuesta asumir su historia.
trincheras en Villanueva de la Cañada |
La primavera del año pasado, en Brunete en la memoria recibimos una invitación de algunos concejales del gobierno municipal de Villanueva de la Cañada (PP en mayoría absoluta) para mantener una reunión informal sobre los restos de la guerra civil presentes en ese municipio y las rutas que estábamos guiando desde tiempo atrás. Poco antes, recuerdo que habíamos ayudado a encontrar localizaciones para un documental de la BBC de Gales y habíamos estado caminando por los fortines y trincheras con alumnos y profesores de un intercambio con Francia, y la experiencia les había encantado. Posiblemente, todo eso había llegado a los oídos del gobierno local y naturalmente, querían saber más.
Fuimos “light”
Tras esta alentadora reunión, y tratando
de satisfacer al máximo el interés mostrado por un ayuntamiento en principio
"difícil" para los temas ligados con la memoria histórica, redactamos
un informe bastante detallado con la lista de elementos a proteger y dignificar
y un esbozo de estrategia cultural y turística en torno a este patrimonio. En
cuanto a lo que pudiera tener alguna significación política, fuimos lo más
"light" que nos permiten nuestros
principios; ya que sabíamos lo sensible que suelen ser en el partido al que
pertenece ese gobierno local con estos temas. Este informe lo entregamos a
través del registro de entrada del ayuntamiento; era mayo de 2016.
Proyecto de interés cultural y educativo
Casi un año más tarde, en febrero de
2017, dos arqueólogos, dos profesores de historia en secundaria y las dos personas
que formamos Brunete en la memoria, solicitamos y obtuvimos una reunión formal
con el alcalde y la concejala de Educación de Villanueva de la Cañada para
proponerles un plan que nos sigue pareciendo de altísimo interés cultural,
educativo y patrimonial. Se trataba de excavar y recuperar un conjunto de
restos republicanos consistentes en dos o tres fortines y una cueva revestida
con ladrillo que quienes escribimos esto "descubrimos" e
identificamos a la entrada de Villanueva de la Cañada en una de nuestras
salidas al campo.
restos de la batalla de Brunete cerca de la urbanización "La Pasada" en Villanueva de la Cañada |
Tres institutos de secundaria de
Villanueva de la Cañada
La idea que estas seis personas pusimos
sobre la mesa del alcalde, Luis Partida, era hacer una excavación en la que
participaran los alumnos de 1º de bachillerato de tres institutos de secundaria
del municipio, con la supervisión y asesoramiento de dos reputados arqueólogos,
una empresa del ramo y la ayuda de Brunete en la memoria para los temas de
comunicación. Al alcalde le pedimos básicamente dos cosas: ayuda logística y
jurídica, y una aportación económica de 10.000 euros para pagar a los
profesionales y a la empresa arqueológica que iban a trabajar durante cerca de
un mes. A cambio, estábamos poniendo en las manos de Villanueva de la Cañada
unos restos formidables que pueden resultar muy atractivos para el visitante, y
una actuación de gran valor educativo, casi vanguardista dentro del pobre
panorama que ofrece actualmente la Comunidad de Madrid en relación con los
restos de la GCE.
No hay presupuesto
La respuesta que nos dio el alcalde, de
entrada no incluyó, como hubiera correspondido y nos hubiera gustado, ninguna
mención a la recepción o al contenido del documento de 4 páginas entregado por
Brunete en la memoria en mayo de 2016. De hecho, todavía no nos ha contestado
tampoco ninguno de los concejales con quienes nos reunimos entonces. En cuanto
a la iniciativa educativa y arqueológica concreta que le llevamos en mano las
seis personas allí presentes, la valoración del regidor nos pareció
decepcionante, para lo que íbamos preparados, pero también torpe, lo que nos
resultó más sorprendente. Nos cuesta creer que rescatar un fortín de la GCE
provoque tal desazón o incomodidad a los mayores del pueblo que la recuerden
todavía en primera persona que invite a no hacerlo, y no nos creemos que un
municipio con los recursos de Villanueva de la Cañada no disponga de 10.000
euros para gastarlos en salvar parte de su patrimonio más viejo (el pueblo
quedó arrasado en la batalla de Brunete) y en la educación de sus alumnos. Por último,
tanto el Sr. Partida como nosotros sabemos que la Comunidad de Madrid, a la que
dijo que iba a apelar para proteger estos fortines y esta cueva, posiblemente
no actúe de ninguna manera, porque con su última ley de protección del
patrimonio ha transferido esta responsabilidad a los municipios. Sí nos resultó
más convincente cuando dijo que Villanueva de la Cañada, al menos mientras él
sea su alcalde, tiene suficiente prestigio y proyección exterior a través de
otros elementos diferentes a los vínculos con la GCE. En nuestra opinión, ambas
cosas no son excluyentes, mientras que en la suya, parece que sí.
Gerda Taro
En conclusión, mantenemos la mano
tendida para colaborar con Villanueva de la Cañada y con cualquier otro
municipio que quiera reconocerle el valor que tienen los restos y la memoria
inmaterial de la GCE, pero al mismo tiempo, tomamos la iniciativa y redoblamos
nuestro trabajo en favor de la memoria histórica y democrática. El 1º de julio
comenzaremos la marcha memorial de la batalla de Brunete cerca de estos
fortines y cerca del lugar donde estamos convencidos que fue atropellada Gerda
Taro. Esta es la mejor manera a nuestro alcance para darle a estos lugares la
dignidad y el valor que se merecen. Los alcaldes pasan, la memoria republicana
permanece.
El proyecto
Los restos de las
fortificaciones de La Pasada
(Villanueva de la Cañada)
proyecto educativo
y arqueológico
I.
Introducción. Los restos de la Batalla de Brunete en
Villanueva de la Cañada: un proyecto educativo y arqueológico
En el curso 2015-
2016 el Lycée Molière de Villanueva de la Cañada, como otros muchos liceos en
Francia, acometió un proyecto educativo, que tenía como eje la conmemoración
del principio de la Primera Guerra Mundial. Para dar una idea de lo que fue la
guerra de trincheras utilizaron su entorno natural más próximo y visitaron los
restos de la segunda la línea defensa republicana, posterior a la Batalla de
Brunete, ubicada en el extremo NO de nuestro término municipal como ejemplo y
paralelo histórico de lo que fue más característico del enfrentamiento bélico
que fue una verdadera guerra civil europea hace ahora cien años.
Presentamos un proyecto educativo, más ambicioso
aún, puesto que aúna el interés formativo con la posible puesta en valor de restos
inéditos y en apariencia bien conservados de la Guerra Civil española en
nuestro término municipal.
Para realizar esta diseño, que ha sido madurado durante varios meses, aúnan sus esfuerzos el Lycée Molière, el Colegio Internacional Kolbe y el IES Las Encinas de Villanueva de la Cañada. Al final adjuntamos cartas de ambos directores, que explican por qué creen imprescindible acometer este proyecto.
Para realizar esta diseño, que ha sido madurado durante varios meses, aúnan sus esfuerzos el Lycée Molière, el Colegio Internacional Kolbe y el IES Las Encinas de Villanueva de la Cañada. Al final adjuntamos cartas de ambos directores, que explican por qué creen imprescindible acometer este proyecto.
carta del Lycée Molière de Villanueva de la Cañada |
Nuestra idea es que los alumnos de Historia de España de 2.º de Bachillerato / Terminal y de Historia del Mundo Contemporáneo de 1.º de Bachillerato de los dos centros educativos participen, durante una semana cada uno, en la experiencia de una excavación arqueológica y en la recuperación de restos de trincheras, bajo el control y la dirección de una de las empresas de arqueología que más están haciendo por la recuperación de la Historia de nuestra zona, Gabark 2013, responsables de la excavación de la necrópolis visigoda y ermita medieval de San Babilés, en el vecino municipio de Boadilla del Monte, proyecto impulsado por su Ayuntamiento y la Hermandad de San Babilés, que, tras dos campañas, está dando ya sus frutos en forma de visitas turísticas al lugar[1].
Para todo ello nos es imprescindible la ayuda del Excelentísimo Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada, que ha de ser el impulsor del proyecto y quien facilite los trámites, hablando con los propietarios de los terrenos afectados, para que nos permitan realizar las excavaciones. Se trata del borde de parcelas agrícolas, en los que la presencia de restos en superficie ha impedido en gran parte el cultivo y de un antiguo vivero abandonado, por lo que no vamos a afectar al uso tradicional del suelo. Además, la actividad se realizaría al final de la primavera, en un momento en que la cosecha de cereales suele haber sido ya realizada.
II.
La Batalla de Brunete y Villanueva de la Cañada
De todos los municipios del oeste de Madrid que fueron campo de batalla en
julio de 1937, en lo que dio en llamar la Batalla de Brunete, Villanueva de la
Cañada es seguramente, uno de los pocos que alberga en su suelo posiciones defensivas
que fueron utilizados por ambos ejércitos.
Vamos a pasar revista de forma rápida y narrar los acontecimientos más
relevantes de aquellos días, para mejor poder ubicarlos en los rincones de
nuestro municipio.
A.- Antecedentes históricos. Desarrollo de la Batalla de Brunete (6-25
de julio de 1937).
Brunete fue – si hacemos excepción de la temprana Batalla del Jarama- la
primera gran batalla campal de la guerra civil española.
La República pudo preparar un ejército de maniobra aparentemente bien
organizado y dotado de medios que, en el desarrollo del combate, mostró las
deficiencias de las que adolecía. Fue también la primera gran ofensiva
republicana, con ambiciosos propósitos que no pudieron alcanzarse debido a
distintos factores.
En el otro lado es evidente que el ejército de Franco tenía la ventaja
de contar con unos mandos preparados técnicamente y bien curtidos en las lides
bélicas y tropas mejor entrenadas.[2]
Villanueva de la
Cañada, pueblo fortificado.
La rápida posesión de Villanueva de la Cañada era crucial en el éxito
de la ofensiva republicana, ya que por esa población pasaba la única carretera
que podía suministrar a las fuerzas que debían adentrarse en profundidad en el
dispositivo enemigo.
“El ataque republicano iba a producirse en una zona favorable, ya que el río Guadarrama era el punto de enlace o sutura entre ambos cuerpos de ejército… En la franja de 13 kilómetros situada entre el Guadarrama y el Perales no había una defensa continua y los amplios espacios estaban cubiertos por patrullas móviles, si bien se había creado un buen sistema de defensas circulares, con alambradas, en los puntos fuertes de Villanueva del Pardillo, Villanueva de la Cañada, Quijorna y el Cerro de los Llanos. El jefe de sector, el teniente coronel Mancebo, tenía su puesto de mando en Brunete[3].”
“El ataque republicano iba a producirse en una zona favorable, ya que el río Guadarrama era el punto de enlace o sutura entre ambos cuerpos de ejército… En la franja de 13 kilómetros situada entre el Guadarrama y el Perales no había una defensa continua y los amplios espacios estaban cubiertos por patrullas móviles, si bien se había creado un buen sistema de defensas circulares, con alambradas, en los puntos fuertes de Villanueva del Pardillo, Villanueva de la Cañada, Quijorna y el Cerro de los Llanos. El jefe de sector, el teniente coronel Mancebo, tenía su puesto de mando en Brunete[3].”
La resistencia durante diecisiete horas de la guarnición nacionalista
de nuestra localidad, impidió la llegada a la 11ª división de Líster de los
medios de fuerza que necesitaba perentoriamente y retrasó en más de 24 horas el
avance de la 15ª división sobre las alturas situadas al este del Guadarrama.
La guarnición que defendía Villanueva de la Cañada.
Desde mayo de 1937 Villanueva de la Cañada estaba defendida por la 2ª
bandera de Falange de Sevilla; su jefe era el comandante Miguel Pérez Blázquez
y la componían cuatro compañías de fusiles y una de ametralladoras. En total
una fuerza de 800 hombres a los que había que agregar las dotaciones de
artillería, transmisiones y otros servicios que sumarían casi el millar.
El capitán de artillería Álvarez Lasarte estaba al frente de una
batería del 10,5 con dos piezas en Villanueva y otras dos en el castillo de
Villafranca.
La población estaba rodeada por un perímetro circular y discontinuo de
trincheras con alambradas en el sector norte. Ante las informaciones recibidas
sobre un ataque republicano inminente, el mando de la 75ª división envió el día
5 de julio 1937 dos piezas antitanque con su dotación, entre los que se contaba
un experto alemán. Aquella noche, Pérez Blázquez ordenó a los defensores que
ocuparan sus puestos en los lugares asignados.[4]
Entrada polvorín "La Pasada" |
Villanueva de la Cañada estaba rodeada antes de la ofensiva republicana por un perímetro circular y discontinuo de trincheras con alambradas y fortificaciones en el sector norte, mirando a las líneas republicanas (en azul). Las fortificaciones situadas al sur del casco urbano son posteriores a la batalla, afrontando las nuevas posiciones del ejercito de Franco (en rojo). |
Después la Batalla de Brunete: La primera línea defensiva republicana al sur de Villanueva de la Cañada.
La batalla estaba terminada el 27 de julio. El Diario de Operaciones
del Estado Mayor Central republicano establece la posición final del frente al
sur de Villanueva de Cañada:
“…un centro de resistencia al
Norte de la Casilla de Peones Camineros de la carretera de Villanueva de la
Cañada a Brunete.”[5]
III.
Villanueva de la Cañada: Las fortificaciones de La
Pasada
Previamente a este trabajo, uno de nosotros, Sven Tuytens, encontró
casualmente en el campo restos de lo que parecían ser elementos defensivos, que
podrían corresponder a la Batalla de Brunete. Un poco después los dos firmantes
del proyecto efectuaron una prospección superficial de la zona, encontrando
restos evidentes de varios elementos distintos.
Según un especialista en el tema[6], los
restos de guerra civil que es posible encontrar se deben clasificar en una de
las siguientes categorías:
1.Obras de fortificación militar:
Trincheras,
nidos de ametralladora o fortines, asentamientos artilleros, blocaos, bunkers,
refugios de campaña, depósitos de municiones, zanjas y otros, obstáculos, etc.
2.Puestos de mando y observación.
3.Refugios civiles contra bombardeos.
4.Escenarios bélicos donde se hayan producido batallas importantes o
acciones de algún significado especial.
5.Monumentos o lápidas conmemorativas de algún grupo o personaje o
indicador del lugar donde reposan sus restos.
6.Restos de instrumental bélico y otros: todo tipo de armas y
municiones, equipamiento personal (cascos, correajes, uniformes, palas…),
equipos de transmisiones y de megafonía, octavillas, volanderas (guerra de
propaganda), etc.
Salvo la segunda y la quinta hemos localizado casi todo en nuestra prospección.
Salvo la segunda y la quinta hemos localizado casi todo en nuestra prospección.
Fortín B:
restos entrada al fortín
|
En la parte SE de Villanueva de la Cañada, al S de la urbanización La
Pasada y al O de la carretera E-600 Villanueva de Cañada-Brunete, se encuentra
una concentración de restos de la batalla de Brunete: Obras de fortificación
militar, un puesto de observación, restos de instrumental bélico y otros.
Las líneas rojas representan restos el trazado de antiguas trincheras.
El punto más al sur de estas trincheras republicanas, formaba la primera línea
de defensa republicana al sur de Villanueva de la Cañada. Apenas a 300 metros
al sur se encontraban los primeros puestos del frente del ejército de Franco.
Sven Tuytens Bernaerts, Ernesto Viñas Costantino & Jesús Rodríguez Morales
[6] Severiano MONTERO
BARRADO, “Arqueología
de la guerra civil en Madrid”, Historia y
Comunicación Social 6 (2001), pp. 97-122.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)